Evidencias
del día de la ciencia
QuisieraTenerteEnMisBrazosYJamásDejarte
martes, 10 de noviembre de 2015
martes, 22 de septiembre de 2015
LAS PERSONALIDADES
Este test
sólo ofrece orientación y carece de valor diagnóstico.
Principio del formulario
Sí No
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1. ¿Cree que el día no tiene
bastantes horas para todas las cosas que debería usted hacer?
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2. ¿Siempre se mueve, camina o come
con rapidez?
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3. ¿Se siente impaciente por el
ritmo al que se desarrollan los acontecimientos?
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4. ¿Acostumbra a decir: "Ah,
ajá" o "sí, sí, sí", "bien, bien", cuando le habla
una persona apremiándola inconscientemente a que acabe de decir lo que tiene
que decir?
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5. ¿Tiene tendencia a terminar las
frases de otras personas?
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6. ¿Se siente exageradamente
irritado incluso rabioso cuando el coche que le precede en una carretera
rueda a una marcha que usted considera demasiado lenta?
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7. ¿Considera angustioso tener que
hacer cola o esperar turno para conseguir una mesa en un restaurante?
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8. ¿Encuentra intolerable observar
cómo otras personas realizan tareas que usted sabe que puede hacer más
deprisa?
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9. ¿Se impacienta consigo mismo si
se ve obligado a realizar tareas repetitivas (rellenar resguardos, firmar
talones, lavar platos, etc.), que son necesarias pero le impiden hacer las
cosas que a usted le interesan realmente?
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10. ¿Es usted de esas personas que
leen a toda prisa o intentan siempre conseguir condensaciones o sumarios de
obras literarias realmente interesantes y valiosas?
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11. ¿Se esfuerza por pensar o hacer
dos o más cosas simultáneamente? Por ejemplo, al tiempo que intenta escuchar
la charla de una persona, sigue dando vueltas a otro tema sin ninguna
relevancia con lo que escucha.
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12. ¿Mientras disfruta de un
descanso, continúa pensando en sus problemas laborales, domésticos o
profesionales?
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13. ¿Tiene usted el hábito de
acentuar excesivamente varias palabras que usted considera clave en su
conversación ordinaria o la tendencia a articular las últimas palabras de sus
frases más rápidamente que las palabras iniciales?
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14. ¿Encuentra difícil abstenerse
de llevar cualquier conversación hacia los temas que le interesan
especialmente, y cuando no lo consigue, pretende usted escuchar pero en
realidad sigue ocupado en sus propios pensamientos?
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15. ¿Se siente vagamente culpable,
cuando descansa y no hace nada durante varias horas o varios días?
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16. ¿Intenta siempre programar más
y más cosas en menos tiempo, y al hacerlo así deja cada vez menos margen para
los imprevistos?
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17. Al conversar, ¿da con
frecuencia puñetazos o palmadas en la mesa, o golpea con un puño la palma de
la otra mano para dar más énfasis a un punto particular de la discusión?
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18. ¿Se somete a ciertos plazos en
su trabajo que con frecuencia son difíciles de cumplir?
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19. ¿Aprieta con frecuencia las
mandíbulas, hasta el punto que le rechinan los dientes?
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20. ¿Lleva con frecuencia material
relacionado con su trabajo o sus estudios a su casa por la noche?
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21. ¿Acostumbra usted a evaluar en
términos numéricos no sólo su propio trabajo, sino también las actividades de
los demás?
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22. ¿Se siente usted insatisfecho
con su actual trabajo?
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Tu puntuación es:
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Final del formulario
Este test ha sido creado para conocer a qué tipo de patrón de personalidad pertenece una persona. El tipo de personalidad A corresponde a aquellas personas que necesitan afirmarse permanentemente a través de logros personales para alcanzar la percepción de auto-control. Experimentan una constante urgencia de tiempo que les hace intolerable el reposo y la inactividad.
Estas personas también presentan una percepción de amenaza casi contínua
a su autoestima, eligiendo la acción como estrategia de enfrentamiento a sus
problemas. Tienen tendencia a la dominación, una profunda inclinación a
competir y una elevada agresividad que les induce a vivir en un constante
estado de lucha.
Las enfermedades más frecuentes en estos sujetos son las de tipo
coronario, problemas psicosomáticos y síndromes de ansiedad generalizada. El
patrón de conducta A se adquiere a través del aprendizaje y se
puede detectar ya en la adolescencia.
El patrón de personalidad B es, evidentemente, lo
opuesto al anterior. Son personas con un adecuado nivel de auto-control y
autoestima que no les hace falta mantener actitudes compensadoras para
reafirmarse. No son competitivas ni tan fácilmente irritables, y en general se
toman la vida con mayor tranquilidad.
Valoración:
14 puntos o más:
Si se encuentra dentro de esta puntuación, es usted persona con un carácter del tipo A, debería relajarse y tomarse las cosas con más filosofía, pues tiene mayor peligro de padecer enfermedades coronarias, problemas psicosomáticos y estados de ansiedad. El mundo no se acaba sin usted.
Entre 9 y 13 puntos:
Usted se encuentra dentro de una puntuación normal, su carácter es un equilibrio entre la personalidad A y la B. Dentro de estos parámetros es donde se encuentra la mayoría de personas. Se activa lo suficiente para ser productivo y eficiente en el trabajo o estudios, pero sabe mantener la calma en las situaciones que así lo requieren, aunque en ocasiones también se sienta nervioso.
9 puntos o menos:
Es usted una personalidad del tipo B. Es bastante menos vulnerable a sufrir ansiedad que otras personas, no se muestra ambicioso ni dominante, deja que las cosas sigan su cauce sin preocuparse en exceso. No quiere decir que nunca se muestre nervioso o angustiado si la situación le desborda, pero en general tiene un temperamento templado.
YULIETH KATHERINE CERON CUELLAR
martes, 18 de agosto de 2015
Taller de sexualidad
1.- A qué edad
te diste cuenta de tu identidad sexual, de que eres niño o niña, de cómo son
los niños o las niñas?… ¿Cómo te diste cuenta?
SOL: CUANDO
TENIA 2 AÑOS Y ME DI CUENTA CUANDO ME CELEBRARON MIS 2 AÑOS POR QUE ME HABIAN
COMPRADO TODO DE ROSITA LA FRESITA Y TENIA UN BESTIDO MUY BONITO Y GRANDE…
2.- Qué has
visto en la televisión sobre sexualidad: Caricias, afecto, relaciones amorosas,
relaciones sexuales, violencia en el noviazgo, conductas propias de cada género
(Reproductividad, genero, vinculación afectiva y erotismo)
(Reproductividad, genero, vinculación afectiva y erotismo)
SOL: E VISTO
CASI TODAS DONDE EN LA TELEVISION PASAN
A DIARIO DONDE SE PRESENTAN VIOLENCIAS, ABUSOS Y MUCHAS COSAS MAS.
3.-Qué has
aprendido sobre las conductas propias de tu género?
SOL: E
APRENDIDO A QUE DEVEMOS RESPETARNOS COMO LO QUE SOMOS UNAS MUJERES DECENTES Y
DEVEMOS RESPETARE NUESTRO PROPIO CUERPO.
4.- Qué sabes
de tu anatomía según tu género? Enlista todo lo que sabes de tu cuerpo, del
afecto, erotismo, violencia sexual
SOL: CUIDAR MI CUERPO
CUIDAR MIS PARTES INTIMAS
5.- En qué
forma la sexualidad puede convertirse en un medio de ataque, violencia, tensión
o conflicto para ti en tu género?
SOL: CUANDO SE
BUELVEN ADICTOS A LA SEXUALIDAD Y NO TIENEN CON QUIEN HACER ESE TIPO DE COSAS
6.- Qué onda
con las relaciones sexuales y el erotismo, el afecto, que tanto sabes?
SOL: SE QUE
DEVEMOS CUIDARNOS EN CUANTO ALAS RELACIONES SEXUALES PARA PREVENIR UN EMBARARZO
7.- En la
escala del 1 al 10 donde 10 es muy propenso, que tan propenso o propensa te
encuentras en este momento o a futuro a llegar a tener un embarazo no deseado
siendo adolescente?
SOL: EN LA 2 POR AHORA SOLO TENGO QUE PENSAR EN MIS ESTUDIOS.
8.- ¿Qué tan
consciente estás de las consecuencias de tener una sexualidad equivocada o
precoz? ¿Te importa o te es indiferente?
SOL:SI ME
IMPORTA POR QUE ESAS CONCECUENCIAS ME PUEDEN EFECTAR LAS COSAS QUE TENGO
REALIZADAS PARA MI FUTURO SIMPLEMENTE ME CUIDO PARA ESE TIPO DE COSAS
9.
9.
10.
Mitos y realidades sobre la
sexualidad
• La mujer nunca queda embarazada en la primera
relación sexual.
Mito: este es uno de los mitos más
comunes y perniciosos que lleva a los adolescentes a cometer muchos errores. Si
durante la relación sexual la mujer está fértil, puede producirse el embarazo
sin importar que sea la primera, la segunda o la última relación sexual.
• El tener relaciones sexuales de pie impide el
embarazo.
Mito: este es otro mito frecuente. La
posición en que se tenga la relación sexual no afecta las posibilidades de no
embarazarse. Basta que la mujer esté en su período fértil para que la
posibilidad de embarazarse si tiene relaciones sexuales esté presente.
• Los varones, para ser más hombres, necesitan
tener muchas relaciones sexuales.
Mito: la hombría no está dada por la
cantidad de veces que se ha acostado con una mujer, ni por la cantidad de
mujeres que tenga “disponible”. La hombría se mide por la responsabilidad y
respeto con que el hombre vive su sexualidad, reconociendo en ella un valor y
logrando una actitud de cuidado y valoración de ella. Un “verdadero hombre” es
quien es capaz de respetar a la mujer y respetarse a sí mismo entendiendo la
relación sexual como un acto de intimidad, amor y respeto mutuo.
• A las mujeres que han tenido relaciones sexuales
se les arquean las piernas.
Mito: el haber tenido relaciones sexuales
no provoca ningún cambio físico en la mujer, ni en el hombre. Por lo tanto no
es posible “saber” si una mujer ha tenido o no relaciones sexuales a través de
su estructura física.
• Los hombres pueden expresar sus emociones y
afectos frente a los demás.
Realidad: los hombres no sólo tienen el
derecho, sino que son capaces de expresar y manifestar sus emociones y afectos
con naturalidad. Ellos, al igual que las mujeres, tienen la capacidad de ser
sensibles y afectuosos. Muchas veces ellos reciben mensajes de la familia, la
escuela, los medios de comunicación, que les impiden desarrollar esta
capacidad. Es necesario superar estos mensajes para poder desarrollar todas las
capacidades que tienen como seres humanos.
• El lavado vaginal después de la relación sexual
es un método eficaz para evitar el embarazo.
Mito: el lavarse después de haber tenido
relaciones sexuales o el tomar agüitas de hierba, no evita la posibilidad de
que ocurra un embarazo. Los métodos efectivos para evitar el embarazo se basan
en datos y técnicas científicamente probadas y que la pareja debe conocer antes
de tener la relación sexual.
• Cuidarse “por las fechas” (método del calendario)
no es recomendable para evitar el embarazo.
Realidad: dado que la mujer puede tener
ciclos más largos o más cortos, el cuidarse por las fechas se considera muy
arriesgado pues ella no puede anticipar si su ciclo va a ser regular y exacto
de 28 días. Cualquier variación en él, echa por tierra todos los cálculos de
fechas que se hayan podido hacer.
• Durante la menstruación la mujer no debe
practicar deportes, o lavarse el pelo, porque si lo hace se le puede cortar la
regla.
Mito: durante su menstruación, o regla, la
mujer puede realizar todas las actividades que desee en forma normal y natural.
Los cuidados que ella deberá tener tienen que ver con mantener su higiene
personal, por lo que el bañarse, lavarse el pelo, etc. Durante la regla son
acciones recomendadas. Sólo en caso de que sienta molestias específicas, puede
disminuir la actividad deportiva y tomar algún analgésico.
• Las eyaculaciones o emisiones nocturnas son
absolutamente normales en los varones.
Realidad: a partir del fin de la pubertad
(13-14 años aproximadamente) es natural que los muchachos tengan eyaculaciones
espontáneas durante los sueños. Esto es un signo que habla de la maduración
sexual-biológica que están experimentando. Esta experiencia se relaciona con el
inicio de la menstruación, en la caso de las muchachas. Ambas situaciones indican
que muchachos y muchachas han logrado un desarrollo biológico que les da la
capacidad de reproducirse.
Sin embargo, cabe aclarar que la capacidad para
hacerse responsables de poder procrear no se limita sólo a lo biológico, sino
que requiere de una maduración psicológica, social y valórica, que permita
asumir la responsabilidad que implica la maternidad y paternidad.
• La falta de himen en la mujer es la prueba de que
ella ya no es virgen.
Mito: el himen es una membrana muy
delgada y frágil que se encuentra a la entrada de la vagina de la mujer. El que
una mujer no lo tenga o se le haya perforado no es un signo de que ella ya haya
tenido relaciones sexuales. Un ejercicio físico, una maniobra brusca o un
accidente pueden hacer que se rompa; también hay mujeres que tienen el himen
perforado desde su nacimiento y nunca han tenido relaciones sexuales. La mujer
debe valorar y cuidar su sexualidad más allá de los mitos que existan en torno
a ella.
• Si la mujer no sangra en su primera relación
sexual, quiere decir que no es virgen.
Mito: el sangrado durante la primera
relación sexual tampoco es un signo de virginidad. Si ha habido una buena
estimulación y lubricación vaginal en los momentos previos a la penetración, no
tendría por qué haber sangrado ni dolor de ningún tipo. Esto podría llegar a
ocurrir cuando no ha habido una buena preparación y estimulación, produciéndose
algún tipo de sangrado o dolor producto del roce o de la tensión con que se
esté viviendo la relación sexual.
• El embarazo precoz afecta la posibilidad de los
adolescentes de mejorar sus condiciones educativa, económica y social.
Realidad: está comprobado que un embarazo
durante la adolescencia afecta las posibilidades de que la mujer, y el varón
cuando lo asume, logre desarrollar todas sus potencialidades en el ámbito de lo
educativo, del desarrollo social y su capacidad para lograr la independencia
económica.
Ello implica la interrupción de un proceso de
crecimiento y desarrollo y el poder proyectarse en la vida, poniéndose metas,
apropiadas a la edad, que les permitan realizarse en la vida adulta. Está claro
que, desde todo punto de vista, no es recomendable la experiencia de un
embarazo durante la adolescencia, sin embargo, si ello ocurre se deberá velar
por acoger la vida del niño o niña que está por nacer y procurar que los padres
adolescentes cuenten con el apoyo económico y afectivo para poder asumir con
responsabilidad su maternidad y paternidad.
• Es común que durante la adolescencia se acceda a
“dar la prueba de amor”, por miedo a ser abandonados por la pareja.
Realidad: con frecuencia los adolescentes
declaran haber tenido relaciones sexuales porque “si no lo hacía mi pareja me dejaría”, o bien porque los demás iban a
pensar de que no era suficientemente hombre o mujer, o porque todos en el grupo lo han
hecho “y
no podía quedarme atrás”.
Todas estas son ideas que lejos de permitir que los
adolescentes puedan valorar y vivir su sexualidad de forma integral, los
empujan a responder a los miedos y las presiones de otros.
Lo recomendable es que ellos puedan vivir la
sexualidad en la pareja dentro de un proceso de conocimiento y comunicación
mutua sobre las inquietudes, las sensaciones y expresiones del cariño y amor
que se tienen, junto con sus valores y decisiones sobre cómo enfrentar el tema
de las relaciones sexuales.
• Todo contacto físico con la pareja lleva
necesariamente a la relación sexual.
Mito: el contacto físico es algo esencial
entre los seres humanos. Besarse, abrazarse, etc. forman parte de la relación
normal de cualquier pareja y no necesariamente es provocador de una relación
sexual. La posibilidad de tener una relación sexual está dada por la intención
o deseo de uno o ambos miembros de la pareja, cuando se da un ambiente más íntimo que propicia
el deseo sexual.
Mito 1 Los que calzan grande, lo tienen
grande
Realidad: Según la morfología de cada
individuo, si una persona tiene los pies grandes, debería tener el resto del
cuerpo grande, es lógica pura; no obstante, la realidad es otra y en
muchos casos –más de los que imaginamos– esta regla no aplica absolutamente
para nada.
Mito 2 Sin coito, no hay sexo
Realidad: Nada más erróneo “Hoy día la
acepción de encuentro sexual se ha ampliado muchísimo”, dice Guarneros, “y se
considera así al sexo oral, a la masturbación en pareja o incluso a variaciones
tan diversas como el sexo telefónico o dar placer a tu pareja sin que tú
necesariamente tengas un orgasmo, como masturbarlo o
excitarlo simplemente”.
Mito 3 El alcohol es el mejor estimulante
sexual
Realidad: El alcohol en una cantidad
moderada, desinhibe
y despierta los sentidos: no estimula el deseo sexual, sólo te
hace ser más consciente de él. Claro está que en exceso causa pérdida de conciencia
y los resultados suelen ser graves: perder voluntad y tener sexo sin desearlo,
¡muy peligroso!
Mito 4 Los hombres no tienen erección
cuando no gustan de su pareja
Realidad: “La erección no depende de un
sólo factor”, explica el doctor Guarneros, “es una mezcla: atracción física, el
olor, el momento… pero también falta de concentración, cansancio o el estrés,
que son capaces de provocar la pérdida de la misma”.
Mito 5 Los hombres piensan más en sexo que
las mujeres
Realidad: Esto en parte es verdad, los
hombres piensan y expresan su sexualidad de manera más abierta que las mujeres,
pero esto no
significa que ellas no lo hagan. Lo que sucede –según
Guarneros– es que socialmente no está bien visto que las mujeres hagan
comentarios referentes al sexo, pero esto no implica que las mujeres se
acuerden menos de ello, sino todo lo contrario.
Mito 6 Los hombres deben saber dar placer a
las mujeres
Realidad: Esto es una mentira absoluta.
Tanto el hombre como la mujer deben saber cómo complacer a su pareja. Y no hay reglas ni
roles. “Dejarse llevar es algo mutuo”, afirma el doctor Guarneros, “no tiene
que haber un líder por obligación, es un
trabajo en equipo”.
Mito 7 Las fantasías sexuales son para las
zorras
Realidad: Esto es completamente falso. Las
fantasías acordadas por la pareja, son juegos que estimulan la líbido y hacen
de los encuentros sexuales más divertidos y placenteros.
Mito 8 Masturbarse ocasiona que no
disfrutes el sexo real
Realidad: Es una completa mentira.
Calificarla como ‘mala’ es una visión moralina o religiosa, según Guarneros.
“Es un ejercicio sano, incluso al estar en pareja”, comenta el experto.
Mito 9 La iniciativa al sexo debe tenerla
el hombre
Realidad: En algunas culturas machistas,
las mujeres que toman la iniciativa son mal vistas pero, por fortuna, esta
creencia está en vías de extinción. Una mujer que quiere sexo no debe temer
pedirlo, porque su necesidad es tan auténtica como la de su pareja.
Mito 10 Sexo es igual a orgasmo
Realidad: Mentira absoluta. “Ver el orgasmo
como la finalidad única del sexo es como ir de paseo al campo sin admirar el paisaje”,
confirma Guarneros. A veces el trayecto puede ser más placentero que
la meta…
Mito: La mujer nunca queda embarazada en la primera relación sexual.
Realidad: este es uno de los mitos más comunes y perniciosos que lleva a los adolescentes a cometer muchos errores. Si durante la relación sexual la mujer está fértil, puede producirse el embarazo sin importar que sea la primera, la segunda o la última relación sexual.
Mito: Las mujeres sangran cuando pierden la virginidad.
Realidad: Falso, falso, requeté falso!!! No todas las mujeres sangran la primera vez: el himen puede que ya esté roto, o que sea tan elástico que al momento de tener sexo no se rompe y por ende, no sangra. Por último, puede darse que creen no hubo sangrado, pero resulta que éste es tan escaso, que ni siquiera se dan cuenta.
Mito: Los hombres que disfrutan del sexo anal tienen tendencias homosexuales.
Realidad: Un mito basado en puros prejuicios. Los hombres y también las mujeres heterosexuales pueden encontrar mucho placer en el sexo anal! En el caso de los hombres, la estimulación anal es maravillosa para estimular su Punto Prostatico.
Mito: El tener relaciones sexuales de pie impide el embarazo.
Realidad: Este es otro mito frecuente. La posición en que se tenga la relación sexual no afecta las posibilidades de no embarazarse. Basta que la mujer esté en su período fértil para que la posibilidad de embarazarse si tiene relaciones sexuales esté presente.
Mito: Los varones, para ser más hombres, necesitan tener muchas relaciones sexuales.
Realidad: La hombría no está dada por la cantidad de veces que se ha acostado con una mujer, ni por la cantidad de mujeres que tenga “disponible”. La hombría se mide por la responsabilidad y respeto con que el hombre vive su sexualidad, reconociendo en ella un valor y logrando una actitud de cuidado y valoración de ella. Un “verdadero hombre” es quien es capaz de respetar a la mujer y respetarse a sí mismo entendiendo la relación sexual como un acto de intimidad, amor y respeto mutuo.
Mito: A las mujeres que han tenido relaciones sexuales se les arquean las piernas.
Realidad: El haber tenido relaciones sexuales no provoca ningún cambio físico en la mujer, ni en el hombre. Por lo tanto no es posible “saber” si una mujer ha tenido o no relaciones sexuales a través de su estructura física.
Mito: Los hombres no pueden expresar sus emociones y afectos frente a los demás.
Realidad: los hombres no sólo tienen el derecho, sino que son capaces de expresar y manifestar sus emociones y afectos con naturalidad. Ellos, al igual que las mujeres, tienen la capacidad de ser sensibles y afectuosos. Muchas veces ellos reciben mensajes de la familia, la escuela, los medios de comunicación, que les impiden desarrollar esta capacidad. Es necesario superar estos mensajes para poder desarrollar todas las capacidades que tienen como seres humanos.
Mito: El lavado vaginal después de la relación sexual es un método eficaz para evitar el embarazo.
Realidad: El lavarse después de haber tenido relaciones sexuales o el tomar agüitas de hierba, no evita la posibilidad de que ocurra un embarazo. Los métodos efectivos para evitar el embarazo se basan en datos y técnicas científicamente probadas y que la pareja debe conocer antes de tener la relación sexual.
Mito: Durante la menstruación la mujer no debe practicar deportes, o lavarse el pelo, porque si lo hace se le puede cortar la regla.
Realidad: Durante su menstruación, o regla, la mujer puede realizar todas las actividades que desee en forma normal y natural. Los cuidados que ella deberá tener tienen que ver con mantener su higiene personal, por lo que el bañarse, lavarse el pelo, etc. Durante la regla son acciones recomendadas. Sólo en caso de que sienta molestias específicas, puede disminuir la actividad deportiva y tomar algún analgésico.
Mito: La pareja debe llegar junta al orgasmo.
Realidad: Que la meta sea que deban llegar los dos juntos al orgasmo no es más que un Mito! Los orgasmos sincronizados son de esos fenómenos misteriosos que ocurren de mil en cien, ya sea porque los planetas están alineados ese día o porque da la casualidad que justo en ese momento cae un rayo sobre el sur de África. ¿Quién sabe? Pero definitivamente no debe convertirse en una meta.
Mito: La masturbación genera enfermedades y adicción.
Realidad: La masturbación es una experiencia sexual absolutamente normal, natural y deseada. Brinda grandes beneficios: libera el estrés, ayuda a conocer la propia respuesta sexual, ayuda a conciliar el sueño, su práctica mejora la respuesta orgásmica, se aprende a controlar la eyaculación a través de su práctica, mejora la circulación sanguínea, etc… Desafortunadamente, la masturbación tiene muy mala fama y está teñida de mitos y falacias que asustan a muchos.
Mito : El preservativo disminuye la sensibilidad.
Realidad: El preservativo no tiene por qué disminuir la sensibilidad, pero muchos hombres se quejan de que se les hace difícil mantener la erección cuando usan profilácticos. Esto puede suceder porque están ansiosos, pierden la concentración, o experimentan una mínima pérdida de sensibilidad como consecuencia del uso del condón. Es un problema fácil de solucionar, usando lubricantes y haciendo del momento de ponerse el condón, una experiencia sensual y divertida! Así que chicas, ayúdenle a sus chicos a ponérselo, y prueben hacerlo con sus bocas!
Mito: Las vírgenes no pueden tener orgasmos.
Realidad: Claro que las chicas vírgenes pueden tener orgasmos! Pero está muy extendido el Mito de que no es así. Salir de la equivocación es muuuy fácil: pregúntenle a cualquier mujer virgen o no, si cuando se masturbaba antes de tener su primera relación, tenía orgasmos. ¡Descubrirán que muchas les dirán que disfrutaron de unos orgasmos de Primera!
Mito: Las eyaculaciones o emisiones nocturnas no son normales en los varones.
Realidad: A partir del fin de la pubertad (13-14 años aproximadamente) es natural que los muchachos tengan eyaculaciones espontáneas durante los sueños. Esto es un signo que habla de la maduración sexual-biológica que están experimentando. Esta experiencia se relaciona con el inicio de la menstruación, en la caso de las muchachas. Ambas situaciones indican que muchachos y muchachas han logrado un desarrollo biológico que les da la capacidad de reproducirse.
Mito: La falta de himen en la mujer es la prueba de que ella ya no es virgen.
Realidad: El himen es una membrana muy delgada y frágil que se encuentra a la entrada de la vagina de la mujer. El que una mujer no lo tenga o se le haya perforado no es un signo de que ella ya haya tenido relaciones sexuales. Un ejercicio físico, una maniobra brusca o un accidente pueden hacer que se rompa; también hay mujeres que tienen el himen perforado desde su nacimiento y nunca han tenido relaciones sexuales. La mujer debe valorar y cuidar su sexualidad más allá de los mitos que existan en torno a ella.
Mito: Todo contacto físico con la pareja lleva necesariamente a la relación sexual.
Realidad: El contacto físico es algo esencial entre los seres humanos. Besarse, abrazarse, etc. forman parte de la relación normal de cualquier pareja y no necesariamente es provocador de una relación sexual. La posibilidad de tener una relación sexual está dada por la intención o deseo de uno o ambos miembros de la pareja, cuando se da un ambiente más íntimo que propicia el deseo sexual. Si la pareja es consciente de ello, podrá darse cuenta de cuáles son los momentos, lugares o situaciones en que ellos están más proclives a que se dé la relación sexual, y cuáles no. De esta manera podrán manejar la situación.
Mito: El VIH-SIDA se contagia sólo si se tiene relaciones sexuales con homosexuales o prostitutas.
Realidad: Cualquier persona que sea portadora del VIH (virus de inmunodeficiencia humana) lo puede transmitir a otra a través de la relación sexual, a través del intercambio de sangre por medio de una jeringa que contiene sangre de un portador o portadora, a través de la placenta de la madre portadora, etc. La posibilidad de transmitir el virus no tiene que ver ni con la condición social, la situación económica, la orientación sexual u otro; basta que la persona tenga alguna práctica de riesgo para que ello pueda ocurrir.
Mito; La primera relacion sexual con una persona es la mejor
Realidad: Es todo lo contrario, la primera relacion sexual es insatisfactoria para la mayoria de personas debido al nerviosismo, pudor y temor a no llenar las espectativas de la otra persona.
Mito: Las mujeres no tienen orgasmo nocturno.
Realidad: Las mujeres tienen lubricaciones y orgasmos nocturnos igual que los hombres
Mito: Quienes se abstienen de tener contactos sexuales son más sanos.
Realidad: La abstinencia sexual disminuye el riesgo de infecciones sexualmente transmisibles sin uso de condón, pero en ningun momento el no tener sexo proporciona mas longevidad a las personas o se enferman menos de infecciones respiratorias o gastro intestinales.
Mito: El tamaño del pene es decisivo en el goce sexual.
Realidad: El tamaño no tiene nada que ver con el goce sexual; la vagina es un espacio virtual que se acopla a todo tamaño de penes y los organos de placer de la mujer estan a la entrada de la Vulva (Clitoris y Punto G) la vagina no tiene receptores de placer en la mayor parte de su extension.
Mito: El tamaño del pene puede ser calculado por el tamaño de las manos o los pies.
Realidad: No tiene nada que ver el tamaño del pene con el de las manos u otras partes del cuerpo, asi que hay que irse quitando de la cabeza que si alguien tiene pies grandes tambien pene grande, o si es alto su pene tambien es grande.
Mito: Los humanos pueden tener el fenómeno de pene cautivo.
Realidad: Este es un fenomeno en los perros, el ser humano no tiene este fenómeno ya que, al contraerse la vagina, el pene perdería la erección, saliendo de inmediato.
Mito: El alcohol es un afrodisiaco.
Realidad: El alcohol en un principio deshinibe y hace más fácil el acercamiento sexual, pero después debilita la respuesta sexual.
Mito: La masturbación se da exclusivamente en hombres.
Realidad: Las mujeres también se masturban en algunas ocasiones de manera indirecta con objetos, picos de las mesas, etc o directamente y alcanzan mejores orgasmos a veces que con sus parejas.
Mito: Hay tres tipos de mujeres: 1) La novia; 2) Aquélla con la que te vas a casar y 3) Aquélla con la que tienes relaciones sexuales.
Realidad: Esta clasificación es producto de las ideologías machistas, ya que se define a las mujeres como objetos sexuales. Además de que con un misma mujer se puede expresar ternura, amor y placer.
Mito: Puede salir orina en lugar de semen durante un acto sexual.
Realidad:Existe una válvula que regula la salida del líquido seminal o de la orina orina por lo que no es posible que esto suceda.
Mito: El hombre tiene más deseo sexual que la mujer.
Realidad: El deseo es el mismo, pero la sociedad reprime el sentir y el deseo de la mujer.
Mito: La mujer vale más por tener himen.
Realidad: El himen es un valor social en las culturas machistas que valoran a las mujeres sólo por su cuerpo reproductivo y una moral represiva.
Mito: Si comes mariscos tienes mayor potencia sexual.
Realidad:Los mariscos no aumentan la potencia sexual. Estos alimentos sólo aportan proteínas al organismo.
Mito: A las mujeres que tienen vida sexual activa se les nota en los ojos.
Realidad: Es difícil saber si una persona tiene vida sexual por los ojos, la cadera, la forma de caminar, turgencia mamaria etc.
Mito: La primera vez que la mujer tiene una relación sexual es muy doloroso.
Realidad: Si existe una buena lubricación y preparación para el acto sexual no tiene que ser doloroso.
Mito: El hombre debe llevar la iniciativa para las relaciones sexuales.
Realidad: Es un derecho de la mujer decidir cuando tiene una relación sexual, por lo que en una relación equitativa, la mujer también lleva la iniciativa.
Mito: No se deben tener contactos sexuales durante la menstruación.
Realidad: Con un adecuado aseo, sí se puede e incluso es muy satisfactorio ya que la misma sangre sirve como lubricante.
16. De la escala del uno al diez yo pensaría que en la
del 5
17. se aprende porque nosotros no nacemos
aprendidos si no que aprendemos
18. en la escala del uno al diez yo diría que 4
19. me preocupa rearto porque yo no estoy enseñada
a trabajar pero mis padres me lo tienen todo, pero al yo independizarme me da
mucho miedo.
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